viernes, 28 de agosto de 2020

Curiosos festejos del 25 de mayo en Buenos Aires en 1820

     La Gaceta Mercantil en su número Extraordinario del 2 de junio de 1820 relata cómo han sido los festejos que se han llevado a cabo en Buenos Aires en conmemoración del 25 de mayo. Llama la atención la presencia de personajes que nada tienen que ver con la historia americana y argentina...




jueves, 20 de agosto de 2020

La Pirámide cuento antihispánico en El Zonda

     En el último número de El Zonda, periódico sanjuanino editado por Domingo Faustino Sarmiento (el n. 6 de su corta vida) incluye un relato que es como una pesadilla del autor que reniega del pasado hispánico, e inclusive de sus antepasados familiares.





lunes, 17 de agosto de 2020

El Estandarte Federal de Mendoza sobre la guerra religiosa

     En el n. 1 del Estandarte Federal, de Mendoza, se expone en la nota editorial las desgracias que, a juicio de los responsables del periódico han provocado en el país los unitarios.

    Un tema del todo desconocido, habitualmente sólo mencionado en relación con los desmanes cometidos por los ejércitos patrios en el Alto Perú.





sábado, 15 de agosto de 2020

Reforma eclesiástica rivadaviana: un tema sobre el que queda mucho por estudiar

         En un artículo periodístico publicado por el historiador Sebastián Sánchez (puede leerse aquí) afirma:

"el objeto de la Reforma fue oprimir a la Iglesia y de yapa quedarse con sus bienes. Esta Ley fue el primer paso del liberalismo argentino en la imposición de un laicismo ideológico en abierta pugna con la tradición hispano-católica del país. Fue el puntapié inicial de un largo proceso que continuó en las leyes laicistas del "ochentismo" y que, como resulta evidente, no ha terminado. Y justamente en virtud de los agrios frutos de esa Reforma se comprende la enérgica reacción desatada tanto desde lo militar como de lo eclesiástico".

        Y ciertamente lo que el mentado autor menciona para Buenos Aires tuvo su correlato en las provincias y generó la resistencia por parte de los federales. En un post anterior hicimos referencia a la reforma intentada por Del Carril en San Juan, lo que tal vez es poco conocido son los desmanes que paralelamente a los avances de las huestes unitarias se producían en diferentes lugares. 

Profanaciones y saqueos de templos
Es que un abismo de creencias es lo que separaba a ambos grupos. Así es que del lado unitario hemos encontrado ignorados testimonios acerca de los saqueos y profanaciones de templos efectuados en La Rioja por los ejércitos unitarios.
En el periódico Yunque Republicano, editado en Mendoza en 1829, se hace la comparación entre los que
se proclaman los amigos del orden, calificando a sus ilustres antagonistas de secuaces del desorden y de la anarquía. […] En el curso de este artículo veremos, cuáles son los anarquistas, cuáles los humanos, compararemos la conducta de uno y otro ejército, los fines y objetos de operaciones á que tiende cada uno, y los que turbaron esa feliz opinión, que ya había echado raíces en los Argentinos, de proscribir las vías de hecho y adoptar las vías legales. Por ahora basta saber que el ejército de Wandalos [sic], que los ladrones, que los facinerosos, se han conservado en Mendoza, sin salir una cuadra del campo donde se situaron, que no ha habido una sola queja contra el último de los soldados, que se apresuran a obsequiar a un Jefe popular y moderado, y que los amigos del orden y de la moral talan hasta los templos del territorio que pisan (El Yunque Republicano, n. 4, Mendoza, 7 de noviembre 1829, p. 2, col.1-2.).
Trae luego los testimonios basados en dos cartas. Una de ellas firmada por el vecino Juan Manuel de la Bega y dirigida al Sr. D. Pablo Carballo, alcalde ordinario interino en Malansan. Allí leemos:
han saqueado completamente el dicho pueblo sin reservar los templos con tal expresión que la Iglesia de Santo Domingo la saquearon tres días consecutivos los soldados y oficiales. La Matriz, dicen que se reservó para los jefes […] La de San Francisco la saquearon completamente toda la última noche a su retirada y a este tenor todas las demás […] De igual modo, dicen que ha hecho la división que se dirigió a los pueblos allí, y en la costa de Arauco; […] que del mismo modo han arrasado todos los animales de las Estancias, y potreros inmediatos recorriéndolos con partidas. (Ibidem, p. 2, col. 1.)


        La segunda carta lleva la firma de Nicolás Sotomayor y va dirigida al Sr. Comandante D. Antonio Acosta:

los estragos que han hecho los enemigos en la Rioja, que no han dejado Templo que no lo han saqueado completamente; las dos custodias de la Matriz también, y todos los intereses y ornamentos que allí existían: por fin, lo que respecta a los Templos, con decirle completamente, le digo todo(Ibidem, p. 2, col. 2.)

        En el n. 5 del periódico continúa el artículo “Imputaciones” refiriendo que:

el Pueblo de la Rioja, ha sido saqueado en sus templos, y que ni los miserables andrajos de los pordioseros se han escapado; que el saqueo, ha sido decretado por los jefes, y que hasta los Generales, se habían reservado una Iglesia para botín de ellos”. [En nota al pie aclara lo siguiente:] No es extraño porque uno de esos mismos generales, (Ocampo) ya había robado la Catedral de Chuquisaca, en una retirada que hizo nuestro ejército del Perú, y aún existen en Tucumán algunos canapés forrados en el damasco del citado Templo. El canónigo Ureta del mismo país, es una víctima y testigo de la propensión de este general. (El Yunque Republicano, n. 5, Mendoza, 10 de diciembre 1829, p. 1, col. 2.)
Varios años después, en 1841, encontramos otro periódico El Estandarte Federal donde se compara un tiempo idílico “cuando todos los Ciudadanos de mancomún y unánimemente obraban, a favor del bienestar, honor, libertad, prosperidad e Independencia de la República”, con un tiempo posterior en el que aparecieron “hijos espurios de la Patria, genios díscolos, cuyo interés no era reducido sino a la perfección de una felicidad personal, a la ambición de mandar, es que empezó nuestra carrera de desgracias”. Asevera que con justicia han sido denominados “salvajes unitarios” pues han dividido la República, con “el furor de sus pasiones”, con “el estrepitoso ruido de las armas”, sacrificando centenares de ciudadanos “al desenfreno de algunos enemigos de la Patria”. Procura hacer una descripción de la desolación en que han quedado tantas familias. Se pregunta “¿Pero, qué podrá esperarse de unos malvados que desconocen la Religión?”, para dar respuesta a esto refiere que “por todos los Pueblos donde inmundamente han pisado, ni las Iglesias, ni los ornamentos, ni vasos sagrados han escapado al vicio de sus uñas”.
Cuenta acerca de los saqueos y profanaciones llevadas a cabo en San Juan por La Madrid a quien califica de traidor pilón y desnaturalizado salvaje. Contrapone esta situación creada por los unitarios al giro que han tomado los destinos de la Patria desde que “ese Argentino que todo lo prevé gritó erguido Federación, Libertad, Independencia o muerte, hablamos del genio Argentino Nuestro Ilustre Restaurador de las Leyes D. Juan Manuel de Rosas”. (Estandarte federal, Mendoza, 12 de diciembre 1841, n. 1, p. 1. col. 1.)

Progresistas y tradicionalistas
Como sostiene Jorge Bohdziewicz más allá de las luchas por el poder político y los hechos dramáticos propios del enfrentamiento bélico, buscando una fundamentación más profunda, se ha dicho que dos concepciones de la nacionalidad perfectamente definidas e irreconciliables se enfrentaron en ese marco:

dos concepciones que excedían el significado mezquino y a veces equívoco que los términos "unitario" y "federal" implicaban en cuanto modos distintos de encarar la organización política de la Nación. Llamarlos "progresistas" a unos y "tradicionalistas" a otros es una calificación menos convencional, acaso más profunda y seguro que próxima a la definición del plexo ideológico que definía y separaba ambos términos de la fractura. Librecambistas, iluministas, centralistas, constitucionalistas y europeizantes por inclinación natural del espíritu o formación intelectual eran unos. Proteccionistas, nacionalistas por apego a la tierra de nacimiento y a la religión, y realistas y pragmáticos en materia política eran los otros. Hablamos de las elites. El pueblo se encolumnaba mayoritariamente tras los caudillos "federales", que representaban mejor sus modestas aspiraciones. La conciliación no era posible.  (Bohdziewicz, Jorge. Historia y bibliografía crítica de las imprentas rioplatenses, 1830-1852, Buenos Aires, IBIZI, 2008, vol. I, p. 22.)

 

domingo, 2 de agosto de 2020

La Guardia vendida por el Centinela

 El Prospecto y la denuncia del Padre Castañeda


En los años ’20 del siglo XIX, cuando en todas partes y violentamente se trataba de imponer la Reforma Eclesiástica, ante la revolución desatada, lamentablemente hubo parte del clero y hasta de la jerarquía que tomaron partido a favor de la revolución, o al menos tomaron una actitud de “falsa prudencia” optando por el silencio.
Esto fue denunciado por el Padre Castañeda en el Prospecto (para leer la fuente hacer click en Prospecto) de La Guardia Vendida por el Centinela y la traición descubierta por el Oficial del día, donde puso las cosas en su sitio, no sin un cierto dejo de amargura:

“entretanto el venerable clero seguro de su fama descansaba quieto y tranquilo, sin persuadirse jamás que la persecución era un plan seguido por los que aprovechándose de su descuido iban ganando prosélitos para dar algún día la cara, presentarle ejército y ponerle centinela […] Mas ha de dos años que un tal Padre Castañeda, cuyo blasón y timbre no es el de ser soberano, ni que lo palmoteen y celebren en la barra, sino el de ser padre de su pueblo a expensas de no fingidos desvelos; este padre, de cuyo nombre apenas quiero acordarme, fue el primero que despertó de su letargo y previendo la tempestad que se preparaba salió el solo contra todos tan animoso [...] El Padre Castañeda solo, puso un ejército bien ordenado de escritores, y logró alancear a los adversarios sin ser herido más que por sus falsos hermanos, los que en lugar de juntársele, antes bien lo dejaban en la lid”[1].


[1] “Prospecto de un nuevo periódico”, en: La Guardia Vendida por el Centinela y la Traición Descubierta por el Oficial del Día, Buenos Aires, 28 de agosto 1822, p. 3-4.