lunes, 29 de julio de 2019

Libros de mi autoría

Estimados lectores:
Quería contarles que tengo un pequeño stock de libros de mi autoría que tal vez puedan ser de vuestro interés.



Disparos de Tinta y Dos Cosmovisiones en pugna periodística: sintetizan respectivamente la primera y la segunda parte de mi Tesis Doctoral, defendida en la UNCuyo en 2016. El primero fue editado por EDIFYL, la editorial de la Facultad de Filosofía y Letras (UNCUyo) y el segundo por Editorial Académica Española. Este se encuentra disponible en las plataformas MoreBooks y Amazon.

Vidas que hicieron historia: es una breve semblanza histórica de Saavedra, Belgrano y San Martín orientadas a un público infantil, a sus padres y educadores que busquen formar a los niños en valores, al tiempo que desarrollan actitudes de respeto por las tradiciones y de amor a la Patria.

Cien años de historia: es una obra colectiva publicada por EDIFYL en 2005, que aborda la historia, la literatura y la cultura regional con una amplia mirada abarcadora e interdisciplinaria.

Fidelidad y apostasía en tiempos de persecución: trata un tema poco conocido de la historia antigua y se procura establecer consecuencias y relaciones con algunos conflictos de la época actual. Este libro también está disponible en MoreBooks y en Amazon.

Pueden contactarme y consultar disponibilidad y precios.

viernes, 31 de mayo de 2019

"Disparos de Tinta" en la Feria Internacional del Libro

Se presentó como estaba previsto "Disparos de Tinta" en la FIL 2019. Su continuación: "Dos cosmovisiones en pugna periodística" ya está disponible en Amazon y Morebooks


martes, 7 de mayo de 2019

Jueves 9 de mayo Feria Internacional del Libro

El el Pabellón Azul de la FIL, en el Stand de la Provincia de Mendoza, el próximo jueves 9 de mayo a las 19 h. la Dra. Andrea Greco de Álvarez, presentará Disparos de Tinta, la obra que recuperó el patrimonio periodístico de Cuyo para las provincias argentinas y para la historia nacional.


martes, 30 de abril de 2019

El Patrimonio Cultural Cuyano y el periodismo

El 26 de abril 2019 la Dra. Andrea Greco de Álvarez, presentada ante la Junta de Estudios Históricos de Mendoza y el público presente por la Dra Inés Sanjurjo de Driollet, disertó acerca de los periódicos y el Patrimonio Cultural.




Los periódicos del siglo XIX riqueza patrimonial
(presentación en la Junta de Estudios Históricos de Mendoza – 26 de abril 2019)

Andrea Carina Greco De Álvarez, Doctora en Historia y Profesora de nivel medio y superior en Historia, Historia, Dirección General de Escuelas, Gobierno de Mendoza; Universidad Nacional de Cuyo; Universidad de Mendoza, San Rafael, Argentina. andreayfernandoalvarez@gmail.com

Abstract
Desde el campo epistemológico de la nueva historia del periodismo se analiza la recuperación del patrimonio cultural periodístico de la región de Cuyo (provincias de Mendoza, San Juan y San Luis) en la zona cordillerana de la Argentina en la primera mitad del siglo XIX. El primer objetivo es hacer conocer ese rico patrimonio documental. Conocer cuáles son las posibilidades analíticas que estas fuentes permiten y la riqueza de información que es posible recuperar al interrogarlas con las técnicas específicas de la investigación científica en humanidades, desde una concepción interdisciplinar.

Introducción: Periódicos y patrimonio
El Patrimonio histórico y cultural es la riqueza de un pueblo. Hablar de Patrimonio en este lugar –edificio histórico de la familia Civit, de la Junta de Estudios Históricos de Mendoza y sede del Museo del Pasado Cuyano– no solamente es un gusto y un honor sino que parece muy apropiado. Porque cuando hablamos patrimonio lo hacemos en el sentido que establece el arquitecto Franco Purini quien dice que hay tres tipos: el primero conformado por el conjunto de signos que una comunidad deposita, en el transcurso del tiempo, sobre el territorio que habita, como esta hermosa casona. Esto se identifica con el patrimonio cultural, arquitectónico y ambiental, paisajístico y monumental. El segundo, que no es fijo como el anterior sino móvil, se relaciona con los restos materiales de una comunidad, como los magníficos objetos que viven en el Museo del Pasado Cuyano. Dice Purini que esta segunda forma habita en la primera: Universidades, museos, archivos, teatros, centros culturales, bibliotecas contienen estas fuentes que son esculturas, libros, periódicos, obras de arte, objetos de uso doméstico, etc. La tercera forma, que se define como inmaterial, es la relación que una comunidad establece con las dos primeras formas de patrimonio.
Los periódicos pertenecen al segundo tipo de patrimonio[1] que hace referencia a los restos que el hombre deja sobre el patrimonio inmóvil. Este tiene un problema particular cual es que, al no ser fijo como el primer tipo, sino móvil, puede alejarse del sitio de origen. Esto es lo que ocurre con los periódicos mendocinos del siglo XIX, motivo por el cual hemos debido consultar repositorios lejanos porque los periódicos cuyanos estaban dispersos en diferentes archivos del país y del extranjero.
            El tercer tipo de patrimonio es la forma en que una comunidad se relaciona con los dos tipos anteriores. Por ello, este tercer tipo de patrimonio requiere del rescate y conservación de los anteriores para que la comunidad pueda relacionarse con ellos. Hemos podido recuperar 32 colecciones de periódicos más otras 116 fuentes manuscritas relativas al periodismo que se encontraban en distintos repositorios nacionales y la parte más importante y mejor conservada en Río de Janeiro. Si los historiadores no tienen acceso a las fuentes no pueden escribir sobre la información que estos ricos documentos proporcionan y por ende la comunidad no conoce esta faceta de su pasado. Esperamos que nuestra investigación contribuya a llenar ese vacío.

¿Por qué los periódicos cuyanos estaban en Brasil?
Desde el punto de vista del rescate patrimonial, conviene explicar algo de las peculiaridades del trabajo heurístico. Las fuentes si bien son muchas se encontraban dispersas, por lo cual la primera labor consistió en localizar todos los acervos documentales, labor facilitada enormemente por el Instituto Bibliográfico “Antonio Zinny”, el Profesor Jorge Bohdziewicz y su minuciosa labor de recuperación de las Imprentas Rioplatenses[2]. De ese modo logramos reunir el material existente en los Archivos Provinciales de Mendoza y San Juan, Biblioteca General San Martín, Hemeroteca de la Facultad de Filosofía y Letras, Biblioteca de la Legislatura de Mendoza, Archivos Nacional de Chile, Sección del Libro Americano de la Biblioteca Nacional de Chile, Archivo Mitre, Archivo de la Universidad Nacional de la Plata, Archivo General de la Nación y la Sección Libros Raros de la Biblioteca Nacional do Brasil.
Una dificultad adicional en este rastreo documental, la constituyó la pérdida de fuentes ocasionada por el terremoto que afectó a la región, en especial a la ciudad de Mendoza, en 1861. Este terremoto fue absolutamente devastador para esta ciudad que quedó prácticamente en ruinas en su mayor parte. Sólo existe en la provincia la colección del Registro Ministerial aunque incompleta.
La mayor parte de los periódicos de Mendoza no se encuentran en el país. Por esto es que el hallazgo de los primeros periódicos de la región en Río de Janeiro fue absolutamente decisivo para poder reconstruir esta historia del periodismo. Estas obras integran la Colección perteneciente a Don Pedro de Angelis (erudito napolitano) que habiendo sido colaborador de Juan Manuel de Rosas después de la caída de este se encontró sin posibilidades de trabajo, por lo que tomó el camino del autoexilio hacia Montevideo. Desde allí pasó a Río de Janeiro, donde fue recibido con honores por el emperador Pedro II, quien también era un bibliófilo apasionado. Fue nombrado miembro correspondiente del Instituto Histórico e Geográfico (IHGRJ) de esa ciudad. Allí logró vender su rica biblioteca al Imperio del Brasil en 1853, en la suma de ocho mil pesos fuertes. La Colección De Angelis figura en la actual Biblioteca Nacional de Río de Janeiro, y se halla integrada por 2.785 libros y folletos impresos y 1.291 documentos y mapas, es decir, 4.076 piezas en total. A esta colección pertenecen los cuidados documentos de Cuyo que hallamos en Río de Janeiro. De Angelis, luego regresó a Uruguay en 1854, desde donde volvió a Buenos Aires ciudad en la que viviría hasta su muerte en 1859.
El hallazgo de esta documentación fue realmente decisivo puesto que los primeros periódicos de Mendoza y San Juan se encuentran allí, así como también colecciones completas de otros periódicos eran inhallables en el país. Esto nos ha permitido escribir desde la historia del periodismo, desde la ciencia histórica, la filosofía, la literatura, la retórica, la política, el derecho y la justicia, la economía y la política exterior con fundamente en las fuentes y no sólo en lo que los cronistas comentaban de ellas. Sin embargo, no ignoramos la importancia que estas fuentes tienen y la posibilidad de ser abordadas desde otras perspectivas teóricas y aún desde otros campos epistemológicos, como la semiótica, la lingüística, el diseño editorial, la historia de la publicidad, de la conformación social, etc.
Para el caso de San Juan, nos encontramos con que la mayor parte de las fuentes se encuentran en el Museo y Archivo Gnecco. Conseguimos allí ver algunos números sueltos de El Constitucional, que nos permitió completar la Colección, sumándolos a los que vimos en la Biblioteca de la Universidad Nacional de La Plata y un único número de El Abogado Federal, periódico no citado por los cronistas. Igual que en el caso de Mendoza en otros archivos de Buenos Aires y en Brasil encontramos varias colecciones[3].
Por último, el caso de San Luis es del todo particular, dado que, por la tardía introducción de la imprenta en esta provincia, poco es el material existente en el Archivo Histórico Provincial. El primer periódico, La Actualidad, se publicó en 1858, por lo que excede los límites de esta tesis. Sin embargo, pudimos anoticiarnos de que en la localidad rural de San José del Morro, estuvo instalada la primera imprenta, y sabemos que el norteamericano Van Sice, editor de la Ilustración Argentina de Mendoza, fue el introductor de la imprenta en esta provincia.
Por eso es que resaltamos el valor patrimonial de esta documentación y hemos desarrollado diferentes instancias y modos de difundir la recuperación de estas fuentes en ámbitos académicos y sociales, con el fin de lograr que otros investigadores conozcan y puedan acceder a este material.

Interés en el periodismo de las nuevas corrientes históricas
Entre las corrientes historiográficas actuales hay un interés renovado por el periodismo no sólo como una fuente de gran importancia sino también como un objeto de estudio para el historiador. En este sentido, dentro de la llamada “Nueva Historia” hay eminentes historiadores que han dedicado trabajos específicos a la historia del periodismo. Es de sumo interés leer las respuestas que dan al ser entrevistados[4] acerca de las posibilidades y problemas que ofrece este campo de estudio. Así, por ejemplo, Daniel Roche[5] interrogado acerca de las dificultades del uso de los medios de comunicación como fuente histórica debido a que la prensa no sólo registra los acontecimientos, sino que puede crearlos (es decir. puede ser un importante ingrediente de los acontecimientos que genera) respondió que siempre le interesó la prensa porque la vio como “uno de los medios de transformación, de incitación a la transformación”, y remarcó que “la utilización de la prensa como fuente histórica sólo aparentemente es algo difícil”. Al subrayar dónde se encuentran esas dificultades las sintetizó diciendo: “necesitamos ser conscientes de las trampas que puede haber y de que es muy complicado comprender el continuo pacto que existe entre las autoridades, los redactores y el público”[6]. 
Otro historiador, el británico Asa Briggs[7], sostiene que la lectura de periódicos le parece la mejor cosa a hacer para “enterrarse” en una época histórica, porque “funciona como un ejercicio de inmersión que nos posibilita exactamente crear un léxico, al recuperar el lenguaje técnico de la época, al entender cuáles son sus conceptos clave, sus palabras clave”. Sin embargo, nos advierte que no tomaría esa inmersión como:
la que nos podrá llevar a los elementos realmente significativos de la historia de la época. Y eso es debido a ciertas debilidades fundamentales de los periódicos que nos obligan a sospechar bastante de lo que dicen y a utilizarlos con una inmensa cautela. Pues no podemos olvidarnos de que los periódicos acostumbran a ser muy tendenciosos, están tremendamente mal informados y sólo abordan una pequeña parcela de la realidad. Pese a eso, ellos son una fuente inestimable para el historiador, y no sólo por lo que dicen en sus asuntos, sino por lo que también puede extraerse de sus anuncios e ilustraciones[8].
Por su parte, el estadounidense Robert Darnton[9] sostiene que para él la historia del periodismo se convirtió “en una fascinación por la opinión pública y por los medios de comunicación social. Mucho de mi trabajo ha sido no sobre filósofos e ideas enrarecidas, sino sobre el modo cómo penetran las ideas” a través de los medios[10].
Al emplear los periódicos como fuente documental y como objeto de estudio lo hacemos reconociéndoles, como sugiere Ricardo Ponte[11], un triple carácter: como lugar de argumentación, como espacio de lucha de los diversos grupos de poder en conflicto y como arma de lucha política entre los distintos grupos.

Delimitación de la investigación
Nuestra investigación procuró un abordaje integral del periodismo en Cuyo, desde sus inicios y durante la Confederación. Los límites cronológicos fijados para este estudio fueron: la publicación del primer periódico de la región, en Mendoza en 1820, para el inicio (periódico que era desconocido pues sólo se encuentra en la Biblioteca Nacional de Brasil), y la caída de Rosas, en 1852 para concluir. Estos límites temporales se justificaron porque en 1820 apareció el primer periódico de la región, en Mendoza, y en 1852, el 1 de mayo, apareció el primer periódico diario de Cuyo: El Constitucional de los Andes lo que trajo aparejadas una serie de cambios en la concepción de la tarea periodística consecuentes del diarismo. Por otra parte el marco contextual de este periodismo va desde la caída del directorio y la desaparición del gobierno central en 1820 hasta la derrota de Rosas en Caseros en 1852 con la que se cierra un ciclo histórico, lo que da cierta unidad política y cultural a la etapa elegida. Fue en esos conflictivos y azarosos años en los que se consolidó la independencia, se produjo el enfrentamiento profundo entre dos cosmovisiones antagónicas: unitarismo y federalismo, se sentaron las bases de la organización que luego cuajarían en una constitución; también es el tiempo en que se afianzó el federalismo, las provincias bregaron por su lugar en la Nación y la Argentina adquirió su lugar en el mundo. Creímos que estos años tuvieron características peculiares y que su estudio merecía ser completado, revisado y profundizado.
En cuanto a la delimitación geográfica del tema nuestra investigación abarcó la región de Cuyo, considerando el Cuyo tradicional, constituido por las provincias de Mendoza, San Juan y San Luis (si bien el primer periódico fue posterior como veremos).

Características de los primeros periódicos
El concepto de la actividad periodística era muy distinto en la época que estudiamos con relación a nuestro tiempo. El periódico era principalmente un espacio literario o de teoría política. La “noticia” como centro del periódico y la función “informativa”, no existían. Esto realzó ante nuestra mirada de investigador los valores del discurso en los planos ético y estético, pues lo ubica en un sitio más cercano al discurso literario, destinado a perdurar; que a lo meramente periodístico, condenado a fenecer.
Fabiana Varela sostiene que el periódico posee una riqueza que el libro ha perdido en pro de su mayor atemporalidad. Esto es la posibilidad de mostrarnos con cierta frescura y espontaneidad la cultura en su faz más cotidiana, característica que favorece una reconstrucción más vívida del pasado[12].
            Asimismo, esto remarca la estrecha relación entre el periodismo y la literatura, situación común a toda Hispanoamérica ya que, observa Boyd Carter que:
por faltar en las nuevas repúblicas, recién independizadas de España, facilidades y recursos económicos suficientes para hacer imprimir libros, los escritores tuvieron que recurrir a las publicaciones periódicas como medio de divulgación de sus obras y como fuentes de literatura contemporánea, de traducciones, y de información sobre las letras y asuntos culturales vigentes[13].
Tenemos casos por ejemplo El Corazero redactado por el poeta mendocino Juan Gualberto Godoy en que el periódico cuya extensión era de 4 páginas, se presentaba íntegramente redactado en verso. Otra peculiaridad es que la presentación o editorial del periódico aparecía con el título de Prospecto. Una cualidad discursiva era la técnica de relevo, por la cual desaparecido un periódico otro lo continuaba como si se tratara de una carrera de posta. Tal fue el caso del primer periódico mendocino El Termómetro del Día y su continuador La Gaceta de Mendoza. El primero llegó a publicar 7 números, la Gaceta fue su relevo y por eso en primero de esta, apareció como n. 8. Otra característica es que durante todo el período investigado es el importante espacio que se daba a la poesía. Hoy nos resultaría extraño, pero no lo era en una época mucho más cercana a la tradición de los pueblos de cultura oral.  
Todo esto nos permite considerar que la investigación sobre el Periodismo en Cuyo que hemos realizado, constituirá una contribución a la historia de la cultura en la región, ya que sus primeros pasos en el “despertar literario” se dan cuando aparece la imprenta y sobre todo desde las páginas de los primeros periódicos. Lo que nos ha llevado a indagar en la relación entre el discurso periodístico y su contexto, y los valores del discurso en los planos ético y estético. Al mismo tiempo, no podemos desconocer que la cultura de una región en una época determinada, va diseñando su perfil a partir de elementos filosóficos, literarios e ideológicos que la vinculan con el movimiento general de las ideas.

¿Por qué disparos de tinta?
La lectura de los periódicos nos permitió visualizar dos posturas antagónicas, que caracterizamos como cosmovisiones enfrentadas. Habitualmente llamadas Unitarismo y Federalismo, encarnaron dos formas de entender la vida, la política, la economía, la cultura en general. Mejor llamados progresismo y tradicionalismo, estas dos cosmovisiones emplearon los textos periodísticos como arma de lucha en una guerra de ideas en la que estaban empeñados.
Los periódicos decimonónicos se nos mostraron con un carácter circunstancial y efímero puesto que nacían en relación con sucesos coyunturales. Sin embargo, al mismo tiempo, las publicaciones periodísticas eran concebidas en todos los casos como medios para vehiculizar ideas. Los primeros periódicos se autorrepresentaban como órganos civilizadores en correspondencia con el ideal ilustrado. También pudimos apreciar el impacto de la introducción y evolución de conceptos como publicidad de actos de gobierno, opinión pública, libertad de expresión. Asimismo logramos dimensionar las motivaciones y objetivos editoriales enmarcándolos en las concepciones iluministas y sus ideales ilustrados anti históricos o en proyectos románticos (de un romanticismo instintivo y espontáneo anterior al estético) con conciencia patriótica y nacional. Por eso otros periódicos se exhibían aludiendo a una finalidad patriótica acercándose al romanticismo instintivo y espontáneo, preocupado por la realidad nacional y con conciencia histórica. Según el posicionamiento político, algunos periódicos se mostraban como restauradores del orden, y como sostenedores del federalismo mientras que otros lo hacían como polemistas y veían al periódico como arma de lucha contra el fanatismo y la pervivencia de la tradición hispano-criolla. El periodismo cuyano se nos presentó entonces como el escenario de la lucha entre dos cosmovisiones o posturas antagónicas que tenían visiones diferentes acerca del país.

Conclusión
            El tema como es obvio no fue agotado, pues hay una gran cantidad de aspectos vinculados a este trabajo que quedaron abiertos para otras investigaciones, como por ejemplo, el abordaje literario de los textos, desde el diseño editorial, desde la lingüística, la semiótica, la comunicación social, el periodismo, la gramática o la historia de la ortografía, desde la genealogía, la filosofía, etc. O es posible abordar el análisis de otros temas tratados en los periódicos de la época que nosotros no realizamos, ya sea en materia económica, jurídica, política o ideológica; en tanto que en el aspecto social pueden verse los cambios ocurridos en relación con la educación, la esclavitud, la producción, etc; o bien, podría realizarse el análisis de las influencias ideológicas sobre los periodistas.
En fin, un abanico amplio de cuestiones cuyo estudio será facilitado, sin duda, por el gran número de fuentes que nosotros pudimos recuperar en el transcurso de nuestra investigación. Esto constituye un aporte complementario y, tal vez superior, al objetivo que nos habíamos propuesto para nuestra tesis: arrojar luz sobre el surgimiento y desarrollo del periodismo en la región cuyana.
La valoración patrimonial del periódico decimonónico como fuente histórica nos llevó a realizar un rescate de ese patrimonio perdido o disperso en el país y el exterior, conscientes de que sólo a partir de ese rescate podríamos recuperar los secretos que estas fuentes contienen en su interior y que nos permitirían observar y valorar otros aspectos de nuestro pasado histórico que conforman el patrimonio intangible. Esta recuperación ha posibilitado poner a la luz interpretaciones que, en ocasiones, habían carecido del sustento documental al no poder confrontarlas con las fuentes.
Hemos prestado atención también a los otros factores que influyeron en el desarrollo del periodismo: el técnico y el económico. Por el primero, pudimos comprender que las imprentas con sus maquinarias y herramientas disponibles eran siempre escasas y rudimentarias; mientras que por el segundo, al referirnos a la comercialización, atendimos a una característica preponderante de todas las empresas periodísticas de la época: estuvieron signadas invariablemente por la insolvencia. Sin embargo, también pudimos concluir que es posible que este hecho fuera el que libró al periodismo de la primera mitad del siglo XIX, de ese agente corruptor que es el dinero, como se ha manifestado en épocas posteriores.
Finalmente pudimos apreciar al frecuentar la lectura de los periódicos decimonónicos que el carácter y función de la prensa eran estimados como un medio de persuasión del lector, un medio apologético, para convencer o para reformar o para elevar culturalmente. Esto nos develó en la condición de los periodistas del siglo XIX que sus cualidades de cultura y profundidad intelectual corrían paralelas a su ímpetu, convicción, y firmeza de pensamientos.



[1] Purini, Franco, Las formas del patrimonio cultural, en: Publicación del IX Seminario internacional, La gestión del patrimonio, centro y periferia, Buenos Aires, Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo, Universidad de Buenos Aires, realizado del 11 al 15 de octubre de 2004.
cfr. www.fadu.uba.ar/sitios/forumunesco/download/l_f_p [fecha de consulta: 15-05-2006].
[2] Bohdziewicz, Jorge. Historia y bibliografía crítica de las imprentas rioplatenses, 1830-1852. Buenos Aires, IBIZI, 2008. En los mencionados archivos hallamos ejemplares sueltos de El Corazero, El Iris Argentino, El Liberto, El Cuyano (periódico ignorado por los cronistas), El Estandarte Federal; y la colección completa de Ilustración Argentina. Finalmente, en la Biblioteca Nacional do Brasil en Río de Janeiro pudimos hallar varias colecciones completas y algunos ejemplares sueltos. Entre las primeras, el Termómetro del Día, la Gaceta de Mendoza; y entre los segundos El Eco de los Andes. Lamentablemente algunas colecciones no pudieron ser vistas por encontrarse los materiales con hongos y por ello, no estar a la disposición del público (El Aura Mendocina, El Fénix, El Iris Argentino, El Telégrafo, El Verdadero Amigo del País y la Abeja Mendocina).
[3] Así pudimos dar con las colecciones completas de El Solitario, El Republicano, El Constitucional, El Zonda, El Honor Cuyano. A estos hallazgos se sumaron los ejemplares sueltos de El Defensor de la Carta de Mayo, y El Ingenuo Sanjuanino (ignorado por los cronistas), y las colecciones completas de El Amigo del Orden (1825), El Amigo del Orden, de Mil Ochocientos Veintisiete, El Repetidor y el Republicano Federal, todos ellos hallados entre los Periódicos raros de la División periódicos de la Biblioteca Nacional do Brasil.
[4] Garcia Pallares-Burke, Maria Lúcia, La Nueva Historia; nueve entrevistas, Valencia, Publicacions de la Universitat de València y Editorial Universidad de Granada, 2005. La autora ha entrevistado allí a: “historiadores eminentes, innovadores e influyentes que se distinguen en el campo de la historia social y cultural –donde las innovaciones de la Nueva Historia son más significativas (…) innovadores en sus estilos y planteamientos intelectuales” (p. 16).
[5] Daniel Roche, de la École Normal de París donde dirige el Instituto de Historia Moderna, es presentado por García Pallares en la p. 129 como: “un eximio artesano, practicando lo que March Bloch llamó ‘el oficio de historiador’ con sutilidad”. Es autor de: Roche, Daniel and Darnton, Robert, Revolution Print. The Press in France, 1775-1800, Berkeley, University of California Press, 1989. Roche, Daniel, Journal de ma vie: édition critique du journal de Jacques-Louis Ménétra, compagnon vitrier au s. XVIII, París, Montalba, 1982.
[6] Garcia Pallares-Burke, Maria Lúcia, La Nueva Historia… Op. cit., p. 142.
[7] García Pallares lo presenta como “el primero de los historiadores británicos que se interesó por la historia de los modernos medios de comunicación” (p. 48). Algunas de sus obras son: Briggs, Asa, Press and public in early nineteenth century Birmingham, Oxford, Dugdale Society, 1949. Briggs, Asa, The communications revolution, third Mansbridge  memorial  lecture, Leeds, Leeds University Press, 1966.  Briggs, Asa, and Burke, Peter, A Social History of the Media, from Gutenberg to de Internet, Cambridge, Polity Press, 2009.
[8] Garcia Pallares-Burke, Maria Lúcia, La Nueva Historia… Op. cit., p. 60.
[9] Dedicado a la historia cultural y especialmente la historia de la lectura. Muy cercano al periodismo (su padre y su hermano son reconocidos periodistas; su padre fue corresponsal The New York Times, donde el historiador trabajó también como reportero). Es profesor en Princeton y Director de la Biblioteca de Harvard. Pionero en el campo de la historia del libro. Una de sus obras además de la ya citada escrita con Daniel Roche, es: Darton, Robert, Edición y subversión. Literatura clandestina en el Antiguo Régimen. Fondo de Cultura Económica, México, 2003.
[10] Garcia Pallares-Burke, Maria Lúcia, La Nueva Historia… Op. cit., p. 197.
[11] Ponte, Ricardo. La fragilidad de la memoria. Representaciones, prensa y poder en una ciudad latinoamericana en tiempos del modernismo, Mendoza, 1885-1910. Mendoza, Ed. Fundación Cricyt, 1999. p. 22.
[12] Varela, Fabiana. Sencillo y de poco aparato; Literatura y costumbres mendocinas (1852-1884). Mendoza, CELIM, 2004. p. 12.
[13] Cit. En Varela, Fabiana. Sencillo y de poco aparato… p. 12. Carter, Boyd. "Revistas literarias hispanoamericanas del siglo XIX". En: Iñigo Madrigal, Luis (coord.) Historia de la literatura hispanoamericana. Tomo II: Del neoclasicismo al modernismo. Madrid, Cátedra, 1987, p. 75.