miércoles, 30 de septiembre de 2020

Prospectos

Los prospectos (hoy diríamos editorial) nos proporcionan la llave de entrada al periódico. De allí el interés que puede proporcionarnos su lectura.






 






lunes, 28 de septiembre de 2020

Romanticismo: en el tema y la forma

Fragmento de La Ilustración Argentina

Un novedoso texto que bajo la forma y el nombre de “Correspondencia”[1] simula la escritura femenina de una comprovinciana que responde a una amiga de la capital y le cuenta sobre la vida en Mendoza. Termina con estas líneas:
“Por lo demás aquí se disfruta del mas bello clima del mundo; los días son magníficos, las tardes deliciosas. (…) Aunque me tomes por una romántica o por una aturdida, te aseguro que no hay para mí cosa más deliciosa, que dar un vistazo por las tardes, al ponerse el sol, hacia los azulados declives de la cordillera (…) El golpe de vista es magnífico, y allí puede decir uno que se empapa por los ojos y el corazón, en esas tiernas y tranquilas armonías que se despiertan en el alma a manera de los ecos lejanos de una melodiosa música”[2].

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Es sin duda una percepción del entorno como paisaje típicamente romántica con sus tres elementos fundamentales: el entorno natural y el observador, un conjunto de valores que el observador deposita en el entorno, una serie de técnicas de representación según la mirada adoptada y los valores asignados. Como bien lo explica Gustavo Zonana “en la construcción del entorno como paisaje el observador desempeña un papel de capital importancia: es la ventana que otorga encuadre al paisaje”[1]. Este papel es el que se reserva la Ilustración Argentina ofrecer esos “cuadros naturales”, expresión que manifiesta claramente la percepción del paisaje como una pintura. Se nos presenta también algo de lo que explica con elocuencia Ibarguren al decir: “La irradiación espiritual de un pueblo surge pura y definida en los campos donde el hombre está en contacto directo con la tierra; se empaña y adultera en las ciudades metropolitanas”[2]. ¿Es la irradiación espiritual de la tierra mendocina? ¿Es la experiencia del observador que ha pasado por la gran ciudad y vuelve a la tierra? ¿Es la experiencia del extrañamiento de quien ha estado exiliado de su tierra? ¿Es la postura y actitud de un romántico ante la vida?[3].

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También es posible ver la crítica de costumbres con un fundamento patriótico de 1849:
“en estos casos, el traje europeo sobre frio y ridículo, es, no se puede más, impropio. En estos casos no hay como el chiripá, pero un chiripá ancho y flotante, color cólera y amor, q’ se ajita (sic)”[1].
O el arraigo a la tierra y sus cosas dentro del hispanoamericanismo, argentino y federal:
“mientras nosotros nos mostrábamos ciegos ó indiferentes acía (sic) el inagotable tesoro de riquezas físicas que poseemos, fuente de tan grandes goces y de tan profundas emociones para la inteligencia (…) penetrándose de ese entusiasmo en que se empapa el alma cuando se halla sola consigo misma”[2].
       
Hay una recuperación del sentido histórico y una recuperación de la conciencia nacional que afecta al contenido, a los estilos y a las formas.



[1] “Revista del Mes”, en: Ilustración Argentina, Op. Cit., n. 2, p. [12] 52, col. 2.
[2] Llerena Daract, Juan. “Mendoza pintoresco”, en: Ilustración argentina, Mendoza, nº 5, octubre de 1849, p. 173 de la colección, col. 1.




[1] Zonana, Gustavo, “El paisaje en Aconcagua, de A. R. Bufano” en: Videla de Rivero, Gloria (coord.) Literatura de Mendoza; Espacio, historia, sociedad. Mendoza, Universidad Nacional de Cuyo, 2000, p. 203.
[2] Ibarguren, Carlos, “Prólogo”, en: Ibarguren, C., Aita, A. y Vignale, P. J. El paisaje y el alma argentina. Buenos Aires, Comisión Argentina de Cooperación intelectual, 1938, p. 9. Cit. en Zonana, G. Op. Cit., p. 201.
[3] Sin duda Llerena es una personalidad fuera de serie. Sarmiento en sus Obras Completas (XV, p. 349) habla de sus “desequilibrios nerviosos que lo exponían de vez en cuando a excitaciones verbales”, bien que, ya sabemos que las excitaciones verbales corrían con idéntica fuerza por ambas partes. 


[1] “Industria”, en: Ibídem, n. 2, p. [12] 52. “El general Benavidez”, en: Ibídem, n. 2, p. [14] 54. “Correspondencia”, en: Ibídem, n. 2, p. [14] 54.
[2] “Correspondencia”, en: Ibídem, n. 2, p. [15] 55, col. 1.

domingo, 27 de septiembre de 2020

De la Ilustración al Romanticismo


Tendremos que esperar varios años, hasta 1849, para que un periódico: La Ilustración Argentina presentara objetivos diametralmente opuestos a los que expresaba el Verdadero Amigo del País, que pretendía hacer tabula rasa con el pasado, borrar la historia, la herencia, el pasado hispánico
. Ahora, el periódico se planteará como meta recuperar “los trabajos de todas las generaciones, de todos los siglos” con “una mirada de predilección sobre esta patria Argentina”[1] según enuncian los editores.
Fontana sostiene, apoyándose en Ricardo Rojas, que existió un romanticismo espontáneo  anterior al movimiento romántico “éramos románticos antes de Echeverría”, lo éramos en la vida real antes de haberlo sido en la doctrina estética, ejemplos de ello pueden serlo las vidas tempestuosas de Bernardo de Monteagudo y de Facundo Quiroga, con su pendón de “Religión o muerte!”. Ellos, un poco instintivamente, levantan los valores del propio país para oponerlos a los forasteros que quería imponer la generación del ‘21. Esta aseveración de Rojas permite pensar que el elemento tradicional, que se opuso al grupo iluminista que quería realizar la reforma religiosa y de las costumbres en Mendoza, era partícipe también de esa suerte de romanticismo autóctono. Para ellos, afirma Fontana: era de suprema importancia “respetar las creaciones de la historia, sin rechazar por esto los productos útiles del progreso humano”. Por esto es que bregaron durante 50 años por un Colegio que satisficiera sus sinceras ansias de saber, pero “no aceptaron la teoría de la formación de la conciencia nacional que trajeron los jóvenes que exponían sus ideas en El Verdadero Amigo del País[2].
Para ellos “la conciencia nacional debía existir en el pasado de tradiciones, en las particularidades locales, históricas y geográficas, en los usos y costumbres, en la lengua y la religión, en la idiosincrasia humana”[3].
Jorge Myers[4] compara el romanticismo rioplatense con los rasgos distintivos del romanticismo europeo y llega a la conclusión de que el nuestro fue decididamente un movimiento cultural que no tuvo rasgos propios y/o diferenciales respecto de los postulados para Europa. Myers realiza un breve repaso por los tópicos reconocidos: la paradoja del sujeto mesiánico, aislado frente a una sociedad que lo rechaza y a la que, sin embargo, debe guiar; su carácter revolucionario, en relación con las nuevas formas de sentir, de mirar y de expresarse; la subordinación estética de la forma al fondo, en materia de elaboración literaria; la invención imaginaria de la nación como resultado de una ecuación que vinculaba la cultura con la sociedad; la concepción de la historia como un proceso de transformación social, teleológico y ascendente; la conflictiva concepción del pueblo, que bascula entre la imagen idealizada del depositario de los rasgos de la identidad nacional y el sector insensible en quien no puede confiarse las riendas de la nación. Sin embargo, disentimos con este autor ya que no consideramos que estos tres últimos puntos (concepción de la nación, de la historia y del pueblo) puedan verse claramente en el romanticismo rioplatense dado que este o bien pretende hacer tabula rasa con el pasado o, en el mejor de los casos, hace surgir la historia nacional en 1810. Si pensamos que el romanticismo alemán desenterró del olvido mil años de historia, hablar en el caso de nuestros “consagrados” como románticos de una historia de 20 años demuestra en realidad un planteo anti-histórico. La excepción se da, precisamente, en el caso de lo que Rojas y otros autores llaman romanticismo espontáneo e instintivo. Este fue el que verdaderamente rechazó y se opuso a la ilustración con su intento de negador de la historia, la tradición y la religión católica.
Culturalmente se considera que el romanticismo obtuvo un claro triunfo sobre la ilustración. No obstante, el iluminismo anterior puja por reaparecer. Algunos autores consideran que este pensamiento es el que informa el llamado Proyecto del ’80. Sin embargo, podríamos decir que mucho antes de esa época regresa. Sarmiento en la década de 1840, reniega de las raíces históricas de la nación proclamando su conocida fórmula Civilización y Barbarie. De la misma manera que Bacon había renegado de los pensadores antiguos, llamándolos “corruptores de las almas”, “falsarios”, así había dicho de Aristóteles que era un “pésimo sofista” y de Platón que era un “teólogo demente” y un “mal bufón”. Por lo tanto, estas periodizaciones no son cerradas, no se trata de compartimentos estancos, se trata más bien de una impronta que marca la época aunque podamos observar que subyacen personas o instituciones afincadas aún en el proyecto anterior.
Alberto Caturelli en un capítulo de su Historia de la Filosofía en la Argentina XV titulado “Ruptura con la tradición, progresismo iluminista, e historicismo romántico” [5], alude a la existencia de un progresismo iluminista y un romanticismo yuxtapuestos.  Nos dice que hay que tener en cuenta la complejidad y matices del término romanticismo. “Bajo el signo de su siempre presente interés por la historia, se orienta a lo dinámico pudiendo dar lugar a dos actitudes: una tradicionalista, naturalmente opuesta a la “ilustración” y otra progresista “que adopta ciertos postulados de la Ilustración” (esto es lo que sucedió con el romanticismo de la generación del ’37). De tal modo expone el problema:
He aquí sus caracteres: exaltación de lo religioso, primado de la intuición y el sentimiento, adhesión a la realidad concreta, sentido de lo trágico, alto aprecio, a la vez, de lo aristocrático y lo popular contra el liberalismo burgués y afirmación del valor de la vida interior. Por tanto, no se trata sólo de una corriente literaria, sino de una actitud totalizadora ante lo real. Por otra parte, el romanticismo que asume ciertos postulados de la Ilustración, en verdad, termina por negarse a sí mismo; me atrevería a llamarle pseudo-romanticismo porque son contrarios a su naturaleza el materialismo craso, el progresismo empirista y el racionalismo abstracto[6]. 
Habla el autor del romanticismo tradicionalista opuesto al unitarismo rivadaviano. Este se identificó con el federalismo, con sus caudillos aristócratas y populares que no necesitaban “pensar” ni “imaginar” el país porque estaban identificados con su naturaleza y tradición. “De ahí que el federalismo haya sido el vehículo espontáneo del auténtico romanticismo”, afirma, y por ello, considera erróneo atribuir a Echeverría la introducción del romanticismo en la Argentina. Lo que estos miembros de la generación del ’37 entendían como “el deber ser” del país “no era en absoluto producto de nuestro ser histórico, sino una idea utópica copiada a autores franceses y a Mazzini (que la pensaron para una realidad distinta) yuxtapuesta a la originaria realidad de su país”. La conclusión para Caturelli es clara: “sobre un iluminismo de fondo, ofrecían un anémico ‘romanticismo’ literario” [7].
Es un abismo el que enfrentaba a estos dos grupos tan distantes y en procura de objetivos tan disímiles. Coincidimos con Fontana que lo interesante de analizar es cuál de estos grupos comprendió mejor el modo más eficaz de asimilar lo nuevo:
Viendo las consecuencias que deparó al país —largos años de anarquía, lucha civil y destrucción de los más altos valores de la nacionalidad— ese experimento del grupo liberal de imponer sus ideas con exclusión de todas las elaboradas por el pasado, hemos de concluir considerando que estuvieron errados al imaginar que esa era la mejor manera de progresar. Aquí es donde creemos reside la superioridad del grupo tradicional. Y el valor de lo que debemos tomar como sana enseñanza: debe avanzar el hombre en su vertiginosa marcha hacia su perfección caminando, nunca a los saltos. Al caminar, el hombre avanza con un pie mientras se apoya con el que quedó atrás: del mismo modo lo nuevo debe ser siempre asimilado dentro de la peculiar idiosincrasia que modelaron en un pueblo las sabias experiencias del pasado[8].
Esto es lo que observamos al comparar las expresiones de El Verdadero Amigo del País y de la Ilustración Argentina. De aquel “es menester cambiar nuestro modo de existir y obrar en sentido contrario al de nuestros padres”[9], al objetivo de “trazar la marcha de las adquisiciones y de las conquistas con que se ha enriquecido la inteligencia del hombre con el transcurso de las edades”[10], media un abismo.


[1] Ilustración Argentina; ciencia, industria, política y literatura, n. 1, Mendoza, 1 de mayo de 1849 (IBIZI).
[2] Fontana, Esteban. Esclarecimiento de… Op. cit., p. 158.
[3] Pro, Diego F. Op. cit., p. 30.
[4] Myers, Jorge, “Los universos culturales del romanticismo. Reflexiones en torno a un objeto oscuro”, en: Batticuore, Graciela; Gallo, Klaus y Myers, Jorge (comp.), Resonancias románticas. Ensayos sobre historia de la  cultura argentina (1820-1890), Eudeba, Buenos Aires, 2005, 308 p.
[5] Caturelli, Alberto, “Ruptura con la tradición, progresismo iluminista, e historicismo romántico”, en: Historia de la Filosofía en la Argentina (1600-2000), Buenos Aires, Universidad del Salvador, Ciudad Argentina, 2001, p. 295-330.
[6] Ibidem, p. 296.
[7] Ibidem, p. 300, 302.
[8] Fontana, Esteban, Op. cit., p. 159.
[9] El Verdadero Amigo del País, n. 8, Mendoza, 19 de noviembre de 1822 (BMM).
[10] Ilustración Argentina; ciencia, industria, política y literatura, n. 1, Mendoza, 1 de mayo de 1849 (IBIZI).

viernes, 25 de septiembre de 2020

Finalidad del periódico del siglo XIX

¿Qué finalidad que perseguían los autores de los periódicos?. 
¿Las finalidades eran más o menos explícitas? ¿El tipo de discurso y las estrategias discursivas estaban condicionados por esos motivos?. 

Los periódicos decimonónicos tienen un carácter circunstancial y efímero, nacen en relación con sucesos coyunturales. Las publicaciones periodísticas eran concebidas en todos los casos como medios para vehiculizar ideas. Los primeros periódicos se autorrepresentan como órganos civilizadores en correspondencia con el ideal ilustrado. Otros se presentan aludiendo a una finalidad patriótica acercándose a ese romanticismo instintivo y espontáneo, preocupado por la realidad nacional y con conciencia histórica. Según el posicionamiento político algunos periódicos se presentan como restauradores del orden, y como sostenedores del federalismo mientras que otros se presentan como polemistas y ven al periódico como arma de lucha contra el fanatismo y la pervivencia de la tradición hispano-criolla.


martes, 22 de septiembre de 2020

El Romanticismo como problema: ¿resistencia a la revolución o funcional a ella?

La vuelta del malón
Autor: Della Valle, Ángel
(Argentina, Buenos Aires, 1852 - Argentina, Buenos Aires, 1903)
Origen: Sociedad Estímulo de Bellas Artes (Buenos Aires)
Fecha:1892
Período: Arte Siglo XIX (1800-1910)
Escuela: Argentina S.XIX
Técnica: Óleo
Objeto: Pintura
Estilo: naturalismo, académico
Género:costumbres, histórico
Soporte:Sobre tela
Medidas:186,5 x 292 cm.

La segunda cuestión que nos planteamos es la siguiente: ¿Por qué si el Romanticismo nace como reacción contra el racionalismo, el neoclasicismo y la ilustración, sin embargo hay obras representativas de este movimiento que exaltan los ideales revolucionarios? (Por ejemplo como mencionamos anteriormente la "Libertad guiando a su pueblo" del pintor Eugene Delacroix). 

Entonces el romanticismo ¿fue un movimiento de resistencia a la revolución o fue parte de ella? ¿O en qué medida fue una cosa o la otra?

Compartimos aquí la grabación casera de la clase 2 de un Curso sobre este tema que dimos el día 22/11/2018 en la Biblioteca Popular Derly Rodríguez Calderón, click aquí

También los materiales audiovisuales empleados en dicha clase:

1- Romanticismo: momento de transición https://www.youtube.com/watch?v=TuNX5eEy1TY 

2- Romanticismo en Música https://www.youtube.com/watch?v=wdN1dfWh74w&start_radio=1&list=RDwdN1dfWh74w 

3- Romanticismo música y pintura - Idea de la muerte https://www.youtube.com/watch?v=hOotta8MxKA 

4- Romanticismo en Argentina https://www.youtube.com/watch?v=_7NsvxOhkXo 

5- Romanticismo antirrosista https://www.youtube.com/watch?v=QZbmBkCgI1o 

viernes, 18 de septiembre de 2020

Tema 2: El Romanticismo

El primer tema a considerar tiene que ver con las Características Generales del movimiento romántico y cómo esas características pueden observarse en la literatura, en la música, en las artes visuales y en la historia. 

En los textos que compartimos aquí podemos leer esas características en las diferentes disciplinas: Acceso a la Carpeta de textos

Consideramos que el Romanticismo puede entenderse como un problema pues tiene orígenes y expresiones que lo convierten en un movimiento sumamente interesante y al mismo tiempo contradictorio. Podemos observar que nace como reacción contra el racionalismo neoclásico, contra la ilustración y en cierto modo contra los ideales filosófico-políticos que se vieron plasmados en la Revolución Francesa. En este sentido podemos advertir que hay en el romanticismo un movimiento similar al que se produjo en el barroco, que rechazaba la regularidad racional del renacimiento en pos de una mayor libertad expresiva, dando sitio a otros aspectos del hombre, sus pasiones, sus costumbres y no única y primordialmente la razón que imita al arte clásico. De modo similar el romanticismo se opondrá al neoclasicismo y la ilustración que volvieron a imponer el primado absoluto de la razón humana por encima de otros ámbitos y aspectos de la espiritualidad: como el sentido de la trascendencia, las pasiones, las virtudes morales, las costumbres, la meditación en las profundidades del espíritu. De igual modo que en el hombre individual el romanticismo reclamará un lugar para el ethos nacional, aquello que caracteriza y une a cada nación. Eso que el romanticismo llamó el alma nacional. 

Podría decirse entonces que, en este sentido, el romanticismo fue un movimiento generado por una resistencia a la revolución y por la persistencia de ciertos valores atacados en su esencia por la revolución. Es esta la razón por la cual el romanticismo histórico alemán por ejemplo rescató del olvido 1000 años de la historia alemana, toda la época que había sido despectivamente llamada por el renacimiento: "Edad Media" o edad "gótica", como sinónimo de una época marcada por el salvajismo de los "bárbaros" o "godos" que era mejor olvidar. De igual modo, la arquitectura inglesa, francesa, alemana recupera para el arte las formas olvidadas de la época gótica; como la literatura recobra muchos relatos, cuentos, leyendas medievales que habían caído en desuso dándoles nueva vida; o poniéndoles música como en el caso de Wagner. También las artes visuales encuentran gozo en la recreación de las bellezas naturales, en la expresión de la soledad que permite sacar lo que está muy adentro de las entrañas igual que se había desentrañado tanta historia perdida y olvidada. 

Sin embargo, como veremos más adelante no todo el romanticismo tuvo esa tendencia respetuosa y reverencial hacia el pasado y así se dio un romanticismo que consistió en una yuxtaposición entre el progresismo iluminista y el romanticismo tradicional, anti-racionalista, espiritualista y contrario al empirismo progresista. 

Por esto el Movimiento Romántico puede abordarse como un problema conceptual ya que vemos tendencias contrapuestas como las resistencias al liberalismo y la continuidad tradicional junto al liberalismo ilustrado y racionalista que pretende hacer un mundo según los modelos racionales creados por el hombre. 

Trataremos de encontrar respuesta a esta incógnita que nos presenta el movimiento Romántico. 

A modo de ejemplo para irlo meditando: hemos visto que el Romanticismo nace oponiéndose al racionalismo neoclásico e ilustrado que plasma sus ideales en la Revolución Francesa. Sin embargo, una de las obras más notables y famosas del romanticismo francés es el óleo sobre lienzo de Eugene Delacroix, que se encuentra en el Museo del Louvre: La libertad guiando al pueblo



El 28 de julio de 1830 los revolucionarios liberales franceses derrocaban al rey Carlos X y provocaban la coronación de Luis Felipe de Orleans, el llamado Rey Burgués. Este episodio será el protagonista del cuadro más famoso de Delacroix, la Libertad guiando al pueblo, obra con cierta dosis de alegoría que recoge un hecho contemporáneo. La mujer que representa a la Libertad aparece con el torso desnudo, porta en su mano derecha la bandera tricolor y en la izquierda un rifle. Le acompañan miembros de las diferentes clases sociales - un obrero con una espada, un burgués con sombrero de copa portando una escopeta, un adolescente con dos pistolas, etc. - para manifestar que en el proceso revolucionario ha existido amplia participación. A los pies de la Libertad, un moribundo la mira fijamente para señalar que ha merecido la pena luchar. Con esta obra, Delacroix pone de manifiesto su ideología y su faceta de pintor de su tiempo. La composición se inscribe en una pirámide cuya base son los cadáveres que han caído en la lucha contra la tiranía, cadáveres iluminados para acentuar su importancia. La vorágine de la batalla se manifiesta en la polvareda que difumina los contornos e impide contemplar con claridad el grupo de figuras que se sitúa tras la Libertad. Los escorzos y el movimiento de la imagen vuelven a recordar el Barroco. 

Datos principales: Autor DELACROIX EUGENE 
Fecha 1830 
Material Oleo sobre lienzo 
Estilo Romanticismo Francés 
Dimensiones 260 x 325 cm. 
Museo Museo Nacional del Louvre

viernes, 11 de septiembre de 2020

"La América" artículo de la Ilustración Argentina

     Un giro total en la interpretación del pasado hispánico es el que expresa la Ilustración Argentina en su n. 4, en el suplemento científico acerca de contenidos geográficos.

    Una de las novedades introducidas por este periódico es justamente esta: agregar el folletín para ofrecer a su público textos literarios y científicos en entregas mensuales.




 

martes, 8 de septiembre de 2020

"Por Castilla somos gente" la afirmación contracorriente del Desengañador

     En el periódico el Desengañador Gauchi-político n. 2, el fraile Francisco de Paula Castañeda hace un interesante análisis del uso que se hace del teatro para provocar el cambio de mentalidad hacia el pensamiento moderno, hacia las ideas de la Ilustración. 





miércoles, 2 de septiembre de 2020

Festejos del 25 de mayo en Mendoza según relato de El Eco de los Andes

     Curiosamente, en el relato que nos hace El Eco de los Andes de los festejos realizados en Mendoza para conmemorar el 25 de mayo se colgaron banderas de EEUU, de Inglaterra y Francia para adornar el patio donde se realizaron las celebraciones.

    El periódico no ahorra adjetivaciones para referirse a la crueldad y a las penurias de los pueblos americanos provocadas por los españoles.