Desde el punto
de vista del rescate patrimonial, conviene
explicar algo de las peculiaridades del trabajo heurístico en lo que se
refiere a cada una de las provincias. Las fuentes si bien son muchas se
encontraban dispersas, por lo cual la primera labor consistió en
localizar todos los acervos documentales, con la información pertinente y
disponible. De ese modo logramos reunir el material existente en los Archivos
Provinciales de Mendoza y San Juan, Biblioteca General San Martín, Hemeroteca de la Facultad de
Filosofía y Letras, Biblioteca de la Legislatura de Mendoza, Archivos Nacional
de Chile, Sección del Libro Americano de la Biblioteca Nacional de Chile, Archivo Mitre, Archivo de la
Universidad Nacional de la Plata, Archivo General de la Nación y la Sección Libros Raros de la Biblioteca Nacional do Brasil.
Una dificultad adicional en este rastreo
documental, la constituyó la pérdida de fuentes ocasionada por el terremoto que afectó a la región, en
especial a la ciudad de Mendoza, en 1861. Este terremoto fue absolutamente
devastador para esta ciudad que quedó prácticamente en ruinas en su mayor
parte. Sólo la colección del Registro
Ministerial y tampoco absolutamente completa, existe en la provincia. La
mayor parte de los periódicos de Mendoza no se encuentran en el país. Por esto
es que el hallazgo de los primeros periódicos de la región en Río de Janeiro
fue absolutamente decisivo para poder reconstruir esta historia del periodismo.
Estas obras integran la Colección perteneciente a Don Pedro de Angelis (erudito
napolitano) que habiendo sido colaborador de Juan Manuel de Rosas después de la
caída de este se encontró sin posibilidades de trabajo, por lo que tomó el
camino del autoexilio hacia Montevideo. Desde allí pasó a Río de Janeiro, donde
fue recibido con honores por el emperador Pedro II, quien también era un
bibliófilo apasionado. Fue nombrado miembro correspondiente del Instituto Histórico e Geográfico (IHGRJ)
de esa ciudad. Allí logró vender su rica biblioteca al Imperio del Brasil en
1853, en la suma de ocho mil pesos fuertes. La Colección De Angelis figura en
la actual Biblioteca Nacional de Río de Janeiro, y se halla integrada por 2.785
libros y folletos impresos y 1.291 documentos y mapas, es decir, 4.076 piezas
en total. A esta colección pertenecen los cuidados documentos de Cuyo que
hallamos en Río de Janeiro. De Angelis, luego regresó a Uruguay en 1854, desde
donde volvió a Buenos Aires ciudad en la que viviría hasta su muerte en 1859.
El hallazgo de esta documentación fue realmente
decisivo puesto que los primeros periódicos de Mendoza y San Juan se encuentran
allí, así como también colecciones completas de otros periódicos eran
inhallables en el país. Esto nos ha permitido escribir desde la historia del
periodismo, desde la ciencia histórica, la filosofía, la literatura, la
retórica, la política, el derecho y la justicia, la economía y la política
exterior con fundamente en las fuentes y no sólo en lo que los cronistas
comentaban de ellas. Sin embargo, no ignoramos la importancia que estas fuentes
tienen y la posibilidad de ser abordadas desde otras perspectivas teóricas y
aún desde otros campos epistemológicos, como la semiótica, la lingüística, el
diseño editorial, la historia de la publicidad, de la conformación social, etc.
Por eso es que resaltamos el valor patrimonial de
esta documentación y hemos desarrollado diferentes instancias y modos de
difundir la recuperación de estas fuentes en ámbitos académicos y sociales, con
el fin de lograr que otros investigadores conozcan y puedan acceder a este
material.
Cuando
iniciamos el relevamiento y fichaje de documentación impresa y manuscrita de la
época relativa al tema de nuestro estudio, lo hicimos en los Archivos
Históricos de Mendoza, San Juan y San Luis. Allí pudimos hallar documentación
manuscrita relativa a la imprenta en cada una de las ciudades y el Registro Oficial de la Provincia de Mendoza y el Registro Oficial de San
Juan. También en la Biblioteca San Martín de Mendoza y en el Museo y
Archivo Gnecco de San Juan, donde pudimos ver
algunos ejemplares sueltos de ambos Registros Oficiales como así también
impresos sueltos. Sin embargo, no pudimos relevar la totalidad de la
documentación de las provincias por diferentes tipos de causas. En
efecto pudimos encontrar abundante material en el Archivo Mitre, en el Archivo
de la Biblioteca de la Universidad Nacional de la Plata y en el Archivo General
de la Nación, labor facilitada enormemente por el Instituto Bibliográfico
“Antonio Zinny”, el Profesor Jorge Bohdziewicz y su minuciosa labor de recuperación de
las Imprentas Rioplatenses[1].
[1] Bohdziewicz, Jorge. Historia y bibliografía crítica de las imprentas rioplatenses,
1830-1852. Buenos Aires, IBIZI, 2008. En los mencionados
archivos hallamos ejemplares sueltos de El
Corazero, El Iris Argentino, El Liberto, El Cuyano (periódico ignorado por los
cronistas), El Estandarte Federal; y la
colección completa de Ilustración
Argentina. Finalmente,
en la Biblioteca Nacional do Brasil
en Río de Janeiro pudimos hallar varias colecciones completas y algunos
ejemplares sueltos. Entre las primeras, el
Termómetro del Día, la Gaceta de Mendoza; y entre los segundos El Eco de
los Andes. Lamentablemente
algunas colecciones no pudieron ser vistas por encontrarse los materiales con
hongos y por ello, no estar a la disposición del público (El Aura Mendocina, El Fénix, El Iris Argentino, El Telégrafo, El Verdadero Amigo del País y la Abeja Mendocina).
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